La campaña #RecetaLinks tiene como principal objetivo fomentar el intercambio de enlaces con información sobre salud fiable y de calidad. Pero... ¿cómo escoger los sitios web para recomendar? Inmaculada Grau (@inma_grau), de la Fundación Isys (@fundacionoisys) nos desvela en este post algunos criterios para evaluar webs de salud. ¡Gracias por sumarte a esta iniciativa con un post tan útil!
Inmaculada Grau (@inma_grau de @fundacionisys) |
La universalización de Internet facilita la
conexión y la accesibilidad a la información; la producción de contenidos y su
sociabilización. Los contenidos, son un recurso abundante, de origen muy
diverso. Esto sucede también en temas tan sensibles como lo es la información
en salud digital.
Y ¿cómo nos comportamos ante el nuevo
escenario? Pues básicamente de acuerdo a nuestras creencias y actitudes,
adquiridas por influencia de nuestras propias experiencias, más las de nuestro
entorno. Es decir, tendemos a buscar o ser receptivos a aquella información que
confirme nuestras creencias.
En este escenario, la información fraudulenta
tiene un espacio y un público. Y la buena información también. Podemos acceder
a la buena información por “filtro” (buscador+ criterio) o por recomendación
(#RecetaLinks). Cuando se accede con buscadores entran en juego nuevos factores
mediadores, como sus algoritmos, que «responden» a las preguntas que se
plantean en el buscador. Nunca antes había sido tan sencillo acceder a la
información.
Pero el público sigue confiando en los
profesionales sanitarios por encima del contenido obtenido en red2. Los profesionales y las instituciones son
miembros respetados de la comunidad. Y este respeto puede ser un factor clave
para orientar el acceso a los buenos contenidos, aconsejando o produciendo
sitios de confianza, donde los ciudadanos puedan consultar buena información.
También pueden recomendar sentido crítico y «signos y síntomas» de sitios webs y apps confiables.
Y ¿cómo escoger los sitios web para
recomendar? Desde la introducción de la web en el cambio de
milenio, se empezó a discutir sobre cómo garantizar buenos contenidos de salud.
Tanto la OMS como la UE intentaron establecer normas duras al respecto, sin
éxito4. Solo prosperaron, unas cuantas decenas de
iniciativas que intentaban dar con la fórmula para acreditar webs de
salud. Destacar entre las supervivientes Health on the Net (HON)
de la Suiza HON Foundation y la Web Médica Acreditada (WMA) del Colegio de
Médicos de Barcelona. Las dos revisan, en un momento dado, una serie de
aspectos de las webs, que valoran como imprescindibles para
considerarlas confiables, y que se deberían tener en cuenta a la hora de
revisar webs no recetadas por profesionales: Credenciales de los autores,
fechas de publicación o uso ético de la publicidad, son algunos de los aspectos
que contemplan estas acreditaciones, que se centran más en la contextualización
razonable que en la evaluación detallada de la calidad de los materiales.
Nuestro resumen de criterios lo podéis encontrar en el siguiente vídeo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario